Fotografías de María Jossé España x Resisters en el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual en Guatemala, el 25 de junio de 2022. Mujeres queer, lesbianas, bi, trans, demisexuales y mucha diversidad más, recorrieron las calles en una fiesta de resistencia.
Fotografías de María Jossé España x Resisters en el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual en Guatemala, el 25 de junio de 2022. Mujeres queer, lesbianas, bi, trans, demisexuales y mucha diversidad más, recorrieron las calles en una fiesta de resistencia.
Fotografías de María Jossé España x Resisters en el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual en Guatemala, el 25 de junio de 2022. Mujeres queer, lesbianas, bi, trans, demisexuales y mucha diversidad más, recorrieron las calles en una fiesta de resistencia.
Fotografías de María Jossé España x Resisters en el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual en Guatemala, el 25 de junio de 2022. Mujeres queer, lesbianas, bi, trans, demisexuales y mucha diversidad más, recorrieron las calles en una fiesta de resistencia.
Fotografías de María Jossé España x Resisters en el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual en Guatemala, el 25 de junio de 2022. Mujeres queer, lesbianas, bi, trans, demisexuales y mucha diversidad más, recorrieron las calles en una fiesta de resistencia.
Fotografías de María Jossé España x Resisters en el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual en Guatemala, el 25 de junio de 2022. Mujeres queer, lesbianas, bi, trans, demisexuales y mucha diversidad más, recorrieron las calles en una fiesta de resistencia.
Fotografías de María Jossé España x Resisters en el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual en Guatemala, el 25 de junio de 2022. Mujeres queer, lesbianas, bi, trans, demisexuales y mucha diversidad más, recorrieron las calles en una fiesta de resistencia.
Lo que vi y lo puedo definir en una palabra, fue diversidad. Habían personas muy chavitas, hasta ya personas muy grandes. Me gustó mucho ver todos los colores, ver esos vestuarios tan producidos, esos maquillajes. En los carteles que llevaron había denuncia de que diversidad no es solo el estereotipo de hombre blanco, que sí hay diversidad, hay mujeres indígenas, lesbianas, mujeres trans también, que están tratando de visibilizar su lucha.
No había visto antes tanta gente en una manifestación, aparte de las del 2015, no. Después de la pandemia no había visto una manifestación tan grande como la del sábado y creo que la diferencia con todas las demás es que el Desfile de la Diversidad Sexual en Guatemala es muy alegre, es de mucho gozo, es de baile, es de perrear, es el gozo de estar vivos, vivas, vives.
– María Jossé España
Fotografías de Jovanna García x Resisters durante el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual 2022. Retratos de mujeres diversas recorriendo las calles de la Ciudad de Guatemala. Llenas de colores, alegría y sonrisas.
Fotografías de Jovanna García x Resisters durante el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual 2022. Retratos de mujeres diversas recorriendo las calles de la Ciudad de Guatemala. Llenas de colores, alegría y sonrisas.
Fotografías de Jovanna García x Resisters durante el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual 2022. Retratos de mujeres diversas recorriendo las calles de la Ciudad de Guatemala. Llenas de colores, alegría y sonrisas.
Fotografías de Jovanna García x Resisters durante el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual 2022. Retratos de mujeres diversas recorriendo las calles de la Ciudad de Guatemala. Llenas de colores, alegría y sonrisas.
Fotografías de Jovanna García x Resisters durante el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual 2022. Retratos de mujeres diversas recorriendo las calles de la Ciudad de Guatemala. Llenas de colores, alegría y sonrisas.
Fotografías de Jovanna García x Resisters durante el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual 2022. Retratos de mujeres diversas recorriendo las calles de la Ciudad de Guatemala. Llenas de colores, alegría y sonrisas.
Fotografías de Jovanna García x Resisters durante el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual 2022. Retratos de mujeres diversas recorriendo las calles de la Ciudad de Guatemala. Llenas de colores, alegría y sonrisas.
Fotografías de Jovanna García x Resisters durante el Desfile del Orgullo de la Diversidad Sexual 2022. Retratos de mujeres diversas recorriendo las calles de la Ciudad de Guatemala. Llenas de colores, alegría y sonrisas.
Me conmocionó mucho todo lo que vi. Una comunidad diversa, realmente llena de diversidad. Una caminata de esperanza, colores, glitter, denuncias y alegría en un país tan oscuro, lleno prejuicios, de gente conservadora que quiere venir a decirles a lxs otrxs a quién pueden amar y a quién no.
El desfile me hizo olvidar por un momento lo horrible que es vivir en Guatemala. Ver a tanta gente joven afuera exigiendo sus derechos y visibilizando su existencia a cada paso, con cada baile, con cada grito de orgullo, me hizo recordar lo importante que es mantener la alegría como acto de resistencia.
No ocultaré que varias veces fantaseé con tener un bebé y nombrarle María, así como mi tatarabuela nombró a mi bisabuela, y que siguió con mi abuela, quien también nombró así a mi mamá.
Creí que la maternidad era la “experiencia máxima” de ser mujer, y a la que estaba destinada para no quedarme sola. De pronto me descubrí incluyendo la maternidad en mi proyecto de vida porque “así debía de ser”. Reconozco que tuve el privilegio de que las mujeres de mi vida jamás hablaron de la maternidad como un deber, sino como una decisión.
De niña nunca me llamó la atención jugar con muñecos de bebé, ni me impusieron ese tipo juego. De adolescente a veces imaginé cómo sería tener un hije, pero mi abuelita y mamá hablaban sobre todo lo que conlleva la maternidad: cambios físicos, emocionales, laborales, entre otros. Y el hecho de que jamás dejás de serlo.
Creo que habría disfrutado tomar su diminuta mano y declararle mi amor una y otra vez. Habríamos crecido juntes; por su lado descubriría la vida, y yo la reconocería. Habríamos bailado y llorado. Habría procurado hacerle reír infinidad de veces y darle granitos de enseñanza. Habríamos cuidado plantas y gatitos. Habría sido la mamá más feliz, si tan solo lo hubiese deseado, pero no fue así.
Muchas nos hemos preguntado qué haríamos si la prueba de embarazo da positivo. En este no país llamado Guatemala el aborto es penalizado, y lo clandestino pone en riesgo nuestros cuerpos. Y si decidimos tener al bebé, tomamos en cuenta que las condiciones de vida no son dignas ni los derechos humanos son respetados en este pedazo de tierra.
En lo personal, los métodos anticonceptivos alteraron mucho mi cuerpo al ser un cóctel de hormonas. Entonces decidí hacerme la ligadura de trompas, porque no veo en mi futuro ese tipo de maternidad. Mi maternidad la ejerzo con los gatitos que vienen a la casa, con lo que cocino, con las plantas, y en mis proyectos personales.
María, ¿cómo fue?
En los últimos meses varias personas me han preguntado cómo fue el procedimiento, y mi respuesta no es con una sonrisa. Creo que las experiencias se cuentan con mucha sinceridad por respeto a una, porque lo vivió, y a la otra persona por tomar un tiempo para escuchar. Lo siguiente no es de color rosa.
Era jueves. Desperté junto a mi novio, quien también estaba emocionado por la operación. Recibí su apoyo y ternura cuando le comuniqué mi decisión sobre mi cuerpo. En el camino a la clínica las risas nerviosas no faltaron, y hablamos sobre los días de recuperación. Me dejó en el parqueo, y con un beso tierno me aseguró que regresaría por mí. Todo lo demás lo debía enfrentar sola.
Fui la primera mujer en llegar. Tomaron mis datos y me hicieron una prueba de embarazo para asegurarse de no cometer errores.
– ¿Está segura de que quiere operarse? No es reversible – dijo la enfermera.
– Segura – le respondí.
Poco a poco llegaron más mujeres de diversas edades; unas ya con hijes, y otras como yo, sin haber gestado jamás. Tuve que ponerme una de esas batas de hospital, recogí mi cabello corto con una coleta y cubrí mis pies con calcetas desechables. Pronto una enfermera anunció mi nombre.
– María, pase adelante – se escuchó en todo el pasillo. El silencio le siguió. Era la primera en pasar. Siempre procuro ser la primera en alguna situación que me da miedo para luego no arrepentirme, y más en ese caso por jamás haber sido operada.
Todo parecía sacado de una película de ciencia ficción de los ochentas. Dentro del quirófano sonaba Queen; se le veía entretenide al personal médico. Pronto comenzaría, por mucho, el dolor más terrible que he sentido en mi vida. La posición en la que me colocaron era como examen ginecológico. Sin embargo, a cambio de estar en una superficie plana, era curva, para que mi útero pudiera verse mejor.
En ese momento los nervios aumentaron. Llegó la anestesia local en el ombligo. Se sentía como un calambre terrible, pero eso no sería lo peor. Poco después por mi vagina introdujeron un instrumento para hacer la ligadura. Por cada cosa que pasaba, con voz temblorosa pregunté el qué y porqué. Una enfermera tomó mis manos, las cuales estaban sobre mi cabeza, y con ternura me explicó todo.
De pronto vi pasar el bisturí hacía mi ombligo. Se avecinaba lo que había decidido. El cirujano infló mi abdomen con gas; el estómago lo sentí en la garganta. Empecé a sentir náuseas. Lo que ocurrió después lo recuerdo con lágrimas, y a veces lo sueño.
– Respirá profundo, va la primera – dijo el médico. Le siguió un grito mío luego de que pusieran un anillo en mi trompa de falopio derecha.
– Ahora la otra – dijo por último. Otro grito mío, pero ese fue ahogado.
El llanto se desbordó al instante. El dolor era muy fuerte, y se le agregaba que veía consumida mi decisión de no ser mamá. La siguiente hora luché contra los intentos de desmayo y vómito. En la sala de recuperación varias nos escuchamos, nos acompañamos.
Sabés, la medicina para mujeres fue creada por hombres. No faltarán mujeres que se quejen del papanicolao, de exámenes vaginales, de partos, y es aún peor si el personal médico no tiene ni una pizca de sensibilidad. La violencia ginecológica y obstétrica es real, pero se cubre con la típica frase: “Hay que aguantarse”.
“¿Y un condón no te bastaba?”
En cuanto pude compartí en redes sociales mi decisión por si alguna otra chica estaba buscando información o quería ser acompañada. Me topé con muchos comentarios negativos hechos, claro, por hombres que se indignaron por decidir sobre mi cuerpo.
Y luego estaban los mensajes de chicas que también están seguras de no ser mamás, pero que si lo dicen abiertamente pueden ganarse el odio de sus familias.
Si decidimos sobre nuestros cuerpos nos ganamos el linchamiento social machista y patriarcal, aunque sea por tomar anticonceptivos por responsabilidad. Pero creo de manera consciente que las redes de apoyo son fundamentales para atravesar cualquier proceso, y construir apuestas políticas para nuestros derechos.
La noche del viernes 11 de junio asesinaron a balazos a Andrea González en la Zona 1 de la Ciudad de Guatemala. El asesinato de Andrea, una mujer trans, quedó en silencio, impune hasta ahora. Las causas: desconocidas. A Andrea cuando la reconocieron, los bomberos la reportaron como un hombre, le buscaron los genitales y eso fue suficiente para decir que había muerto un hombre. Horas más tarde, al enterarse que era una mujer trans, directora de la organización OTRANS Reinas de la Noche y activista por los derechos humanos de la comunidad LGBTIQ+, hicieron la corrección.
En 2018, para una entrevista sobre la situación de las mujeres trans en Guatemala basada en un informe latinoamericano realizado entre 2016 y 2017, Andrea enfatiza que “hasta en la muerte sos de segunda categoría porque lo primero que hacen es tomarte foto de tus genitales y el sistema de justicia se tipifica por los genitales”. La ausencia de una Ley de Identidad de Género, por la que Andrea luchó tantos años, invisibiliza y vulnera los derechos humanos de las mujeres trans. El 11 de junio no murió una mujer trans, de acuerdo a las autoridades murió un hombre vestido de mujer.
Entrevisté a Andrea en septiembre de 2018 junto a una compañera cuando realizamos un tema de mujeres indígenas trans. La opinión y experiencia de Andrea eran fundamentales para conocer la situación en el país. Hablar sobre ella y su muerte no es fácil porque hay mucha ausencia de datos o información que expliquen o hagan justicia a sus compañeras y familia. Así que decidí, con la ayuda de otra amiga, publicar y escuchar las palabras de Andrea que reflejan un sistema que no es justo para las mujeres trans y que vulnera más la búsqueda de los derechos humanos de la comunidad LGBTIQ+ con su asesinato.
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— Mira si hay algo que no quieras que salga, no quieras contestar lo que sea. Solo decís que no, y ya.
— ¿No? Me parece que me des opciones, ríe.
— Empecemos por presentarte y que nos digás ¿qué es OTRANS?
— Buenas tardes, Andrea González, directora ejecutiva de la organización OTRANS Reinas de la Noche. Organización pionera en el trabajo desde por y para las mujeres trans en Guatemala. Somos la primera organización trans del país fundada en 2004 como un colectivo fundado desde las mujeres trans, trabajadoras sexuales del Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala, que decidieron organizarse y agruparse por la ola de violencia en que se vivía en ese entonces. Los asesinatos constantes eran uno, el VIH también había sido algo transversal dentro de la población, azotó a muchas compañeras y la falta de respuesta institucional. Entonces este grupo surgió como para dar respuesta e impulsar el tema de derechos humanos al grupo específico de mujeres trans. En el 2008, integramos la Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Trans de Latinoamérica. Actualmente, tenemos 25 países que la congregamos y el referente para Guatemala es OTRANS Reinas de la Noche. Ante esta red de 25 países en Latinoamérica y el Caribe, en el 2009 obtuvimos nuestra personería jurídica y en el 2012 logramos definir una agenda política.
Foto cortesía de OTRANS Reinas de la Noche
— ¿Cuál es la situación actual de las mujeres trans en Guatemala?
La situación actual de la salud sexual de las mujeres trans: el tener que negociar. Yo siempre hablo que el trabajo sexual azota fuerte las mujeres trans. Ahora tenemos una estadística de 76% por ciento compañeras que ejercen el trabajo sexual de las que encuestamos. Y siempre lo he dicho, que el trabajo sexual nos ha azotado fuerte como población y algunas veces no lo que van a llamar trabajo sexual. Yo a veces le llamo prostitución porque el trabajo tiene condiciones. Creemos que en este trabajo, en esta que yo le llamo prostitución popularmente, no hay condiciones porque primero ahí están negociando salud, están negociando tu vida, están negociando tu dignidad y muchas cuestiones con un contexto social muy amplio que se puede detallar de las condiciones que puede tener un trabajo y lo que es prostitución. Ese es el estudio de la línea final.
Pero también tenemos parte del trabajo, que hace la organización, también en la investigación. Como parte de la investigación tenemos ahorita el último informe que se llamó Esperando la muerte. Yo siempre hago como un análisis político, siempre desprendo análisis político de los informes, porque de este informe yo siempre lo he dicho, que lo hemos dicho en la región y Guatemala, que nos hubiese gustado que se llamara esperando políticas públicas, esperando la aprobación de la Ley de Identidad de Género, esperando la implementación de la estrategia de salud para personas trans, esperando cupo laboral para las mujeres trans, esperando matrícula estudiantil para las mujeres trans, ¡NO! Pero lamentablemente se llama Esperando la muerte, porque cuando tú ves la muerte ves la hiper vulnerabilidad ante las personas trans nos encontramos y porque la violencia sistemática e institucional es la que este informe enmarca que hay violencia institucional, que hay asesinatos.
Foto por : Andrea Godínez 2020
El indicador más alto de este informe Esperando la Muerte, hay varias violaciones de derechos humanos: golpizas, agresiones, asesinatos y el más grande en porcentajes son los asesinatos.
Y bueno, las condiciones actuales es el VIH, pues sigue afectando a las mujeres trans, la falta de políticas públicas que no contamos en el país, el reconocimiento de la identidad. Entonces hay una brecha todavía. La Ley de Identidad de Género no viene a resolver la vida. Hay una estrategia de salud también en el país para personas trans que el sistema de salud a través de su gabinete del ministerio no operativiza esta estrategia por diferentes situaciones: no quieren generar, no quieren programar dentro de sus presupuestos el tema de mujeres trans, el tema de salud. A pesar de que ellos mismos se comprometieron en 2015, firmaron un documento técnico político que es la Estrategia Integral Diferenciada para Personas Trans. Fue el ministro Mariano Rayo que en el 2015 firmó este documento. Todavía no hay compromiso, todavía no hay una operatividad de este documento. Entonces esta es la situación de las mujeres trans. Las mujeres trans, pues, siguen muriendo por el tema de violencia de género, violencia desde el sistema de salud, del sistema educativo, la falta de políticas públicas. Pero claro, creo que también en las organizaciones de sociedad civil hemos venido a contribuir y a paliar el trabajo que le compete al Estado.
Como organización tenemos unos programas de apoyo, pero no podemos resolverle la vida a nadie, tampoco jugar al asistencialismo, pero sí podemos venir a a sopesar lo que a veces este Estado no garantiza a las mujeres trans.
— ¿Tienen algún número estimado de cuántas mujeres trans hay en Guatemala?
— Según el estudio de la línea final establece que, yo siempre utilizo la máxima porque creo que es políticamente correcto para hacer incidencia política en los tomadores de decisiones, somos 22 mil personas trans. Sí, solo mujeres trans. Estos datos se hicieron en cinco ciudades de Guatemala. Por lo tanto, no hay una contabilidad general de toda su población. Pero sí hay más de 22 mil personas trans porque este estudio no se hizo en todo el país. La metodología fue un estudio de línea base para identificar características de la población, sobre todo porque también encontramos, identificamos que no todas las mujeres trans tenemos una construcción social con el cabello largo, no todas las mujeres trans cumplimos con el estereotipo que a veces del patriarcado, el machismo impone, sino que también identificamos diferentes caracterizaciones de la población trans, mujeres travestis, había mujeres que estaban en una interseccionalidad diferente a la a la Metropolitana. Fue una metodología bien interesante porque pudimos encontrar diversidad de mujeres trans dentro del país, como mujeres trans que tenían el cabello corto, que trabajan en bananeras, mujeres trans que ni siquiera hablan el idioma oficial que es en Guatemala, que es el castellano.
— Cuando hablás que las mujeres trans mueren por tema de violencia de género ¿tienen alguna forma de recabar datos de esos asesinatos?
Pues hasta el momento llevamos 18 mujeres trans asesinadas este año (2018). Y bueno, creo que también es momento también de desprender también esta información, porque es información pública que yo solo la estoy replicando en estos momentos, después del dictamen desfavorable de la Ley de Identidad de Género en el Congreso de la República de Guatemala, ese día que se estaba dictaminando desfavorable la iniciativa 5395, ese día estaban asesinando a una mujer trans en Jalapa, a la siguiente semana estuvieron asesinando una mujer trans en Coatepeque, el viernes pasado asesinaron a una mujer trans que todavía está en el INACIF y no se pudo identificar el cuerpo porque no hay familiares, no hay conocidos, entonces ella está ahí todavía. No sabemos de qué nacionalidad es, si supiéramos podríamos haber hecho la gerencia para poder repatriar.
Tenemos el caso de Débora, el más reciente que la asesinaron el viernes. A Débora la asesinaron el viernes, la dejaron en un costal. Las personas que la agredieron, le desmembraron el cabello, las uñas. Fue un asesinato cruel, degradante y fue violento.
Foto por : Andrea Godínez 2019
— ¿Podría haber más o menos algo que puede incitar tanta violencia y asesinatos?
Claro, yo siempre lo he dicho, que en el promover una iniciativa dentro de este país tan conservador como es el tema de la Ley Identidad de Género, movió, movió el piso a los grupos anti derechos y conservadores. Después de esto, de esta iniciativa, de estos diálogos que enfrentamos en el Congreso de la República de Guatemala con los grupos anti derechos y ver que las mujeres trans y las personas trans en Guatemala tienen fundamentos para poder debatir esta ley que no es inconstitucional, que es un tema de derechos humanos, que no es un tema de privilegios, que es un tema que viene a beneficiar a las personas, viene a contribuir a las personas. Y digo que viene a contribuir porque por ejemplo tenemos las buenas prácticas de otros países Argentina, Bolivia, recientemente, Uruguay, México, tres Estados y el mundo no se ha caído, al contrario, hoy el 10% ya tienen matrícula estudiantil, hoy hay cupo laboral o ya hay derechos humanos. Ya hay democracia, no estamos como migrantes en nuestros propios países. Entonces, retomando un poco el tema a consecuencia, creo que de estos diálogos que se presentaron en el Congreso, yo creo que los diputados que dictaminaron desfavorable esta iniciativa de ley son aliados y responsables de las muertes de las mujeres trans que hoy ya no están.
— ¿Y cómo se enteran de los asesinatos?
Bueno, algunas tenemos referentes en el interior del país, que es el mismo trabajo que hacemos nosotras acá, ellas lo hacen en sus departamentos, las referentes. Hacen un trabajo ad honorem. Ellas identifican a veces los asesinatos, otras veces aparecen en las redes sociales. Uno de los poderes de este Estado, las redes sociales, los medios de comunicación son uno de los poderes. Yo siempre he dicho que después de el Ejecutivo, Legislativo y Judicial, vienen los medios de comunicación y viene la Iglesia también, porque son los cinco poderes del Estado. Entonces, los medios de comunicación a veces juegan un rol muy fuerte dentro del sistema de Guatemala. Algunos son amarillistas. O sea, no se te perdona, ni se te respeta porque siempre hay violencia por género, por violencia, por identidad de género, hasta en la muerte, porque el INACIF lo primero que hace es tomarte foto de tus genitales. Cómo fue el balazo, cómo fue el golpe, cómo fue. Qué tal te mataron por tener una bala en la cabeza, te acuchillaron el brazo o te acuchillaron acá, y no, el INCACIF lo que hace es enmarcar en los genitales. Entonces es algo subjetivo, pero que al final hasta en la muerte viene, vienes a ser como de segunda categoría.
Entonces los medios de comunicación le terminan restando todavía: “mataron al hombre vestido de mujer, mataron al travesti”, y lo vienen a naturalizar, lo vienen a justificar. Lo van a aceptar: “se lo merecía”. “Está muerto porque andaba así”. Entonces creo que eso no es justificable. Entonces, luego de esto viene el sistema judicial.
Foto por : Andrea Godínez 2019
— ¿Qué papel juega el sistema judicial?
— Te matan y nadie hizo nada. Tenemos un caso de una compañera ahorita que fue asesinada por su pareja por sufrir violencia intrafamiliar, pero lamentablemente este sistema judicial tan obsoleto que tenemos no logró tipificar esa violencia intrafamiliar. Consecuencia de esa violencia intrafamiliar de la compañera, la pareja sentimental, su novio o su esposo, la terminó asesinando. Entonces, cuando se tipifica el asesinato, lo tipifica el juez como “pelea entre dos hombres en defensa propia”.
— ¿El Estado tiene estadísticas?
— ¡No! Eso es muy interesante. No hay datos oficiales que el gobierno de Guatemala tenga. Pero claro, como parte la respuesta a qué sociedad civil le da al Estado para ser en ciencias políticas son los subregistro que tenemos y es la línea final donde yo te digo que hay 22 mil personas trans, pero no hay registros oficiales, no hay registros oficiales. O sea, y cuando te das cuenta en el sistema de salud que te reconoce por identidad de género, por la estrategia que se comprometieron a firmar la Corte de Constitucionalidad de Guatemala en el 2012, dictaminó fallo a favor de las mujeres trans privadas de libertad para que no se les violentaron en el tema de privación de libertad, porque pasa que el jefe del sistema penitenciario, el director, mandó una circular para que todas las personas con identidad de género, MUJERES TRANS, porque habían rockeros con cabello largo y a ellos no les quitaron el cabello, se lo quitaron a las mujeres trans, las obligaron a vestirse masculinamente.
Yo creo que el propósito de crear nuevas leyes es contribuir a la Constitución. A mí me siguen matando, o sea, me matan, no me tipifican como tal. Me identifican cómo un hombre, murió un hombre, el sistema de salud desvían los temas, no están, esos derechos no están.
Foto por : Andrea Godínez 2019
— ¿Hay algo que ordenó la CIDH para Guatemala?
— Claro, La CIDH, la opinión consultiva del 24 de noviembre del 2017 ordena al sistema de Costa Rica que debe garantizar el tema de identidad de género y el tema de matrimonio igualitario.
— ¿Y es vinculante?
— Pero claro que es vinculante, porque Guatemala conforma el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Guatemala también es vinculante de cumplir esta opinión consultiva. Lamentablemente no tenemos respuesta a lo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos dice.
— Creés que hay, digamos, en relación la capital y los departamentos, ¿en dónde crees que las mujeres trans están más aceptadas? ¿En un departamento en especial o algunas ciudades?
Yo creo que en Guatemala. Nunca hemos hecho un estudio de tremenda magnitud antropológico o creo que sería sociológico. Pero me atrevería a decir que Guatemala, porque en estos momentos las compañeras que yo te mencioné, ASESINADAS, están en el interior del país. En la capital sólo tenemos ahorita una en el último mes y estamos hablando de septiembre. Pero claro que en agosto mataron, claro que en junio mataron y van a seguir matando en octubre y van a seguir matando en noviembre, van a seguir matando en diciembre y viene 2019 y NOS SIGUEN MATANDO y nos siguen matando, nos siguen asesinando.
Foto de Isabel Juárez
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OTRANS es una organizacion comunitaria, que trabaja desde y para
el apoya a jovenes y mujeres trans residentes en Guatemala
en la promoción y defensa de sus derechos humanos.
Deposito monetario en Guatemala
La cantidad de denuncias hechas en redes sociales, a través de empapelados y otros recursos es alta. De ser el acoso una situación tan común que afecta a la población surge la pregunta : ¿por qué el acoso no está tipificado como delito en Guatemala?
¿Qué es el acoso?
Según la psicóloga Isabel Rovira existen al menos 7 tipos de acoso. Entre ellos están el callejero, sexual, físico y ciberacoso. En términos generales podemos describir el acoso como podemos considerar al acoso como conductas de naturaleza ofensiva y perturbadora que se dan de manera repetitiva cuando existe un desequilibrio de poder entre el acosador y el acosado.
El acoso es la forma de violencia más denunciada públicamente en redes sociales y a pesar de este hecho no se constituye como un delito. En el Congreso de la República de Guatemala se han propuesto varias iniciativas de ley que buscan condenar a aquellas personas que violentan a través del acoso.
Iniciativas en Guatemala para tipificar el acoso como delito.
En 2017 Alejandra Carrillo presentó una iniciativa de ley que buscaba penalizar la violencia sexual en múltiples formas con énfasis en la explotación y trata de personas, acoso callejero y acoso digital como el grooming y sexting.
El 25 de noviembre de 2019, la exdiputada Nineth Montenegro, del partido Encuentro por Guatemala (EG), presentó la iniciativa de ley que busca penar el acoso callejero como violencia contra la mujer. Aunque la iniciativa fue recibida por el Consejo Directivo a finales del año pasado, esta no ha sido leída ni asignada a una comisión. Según una investigación por Ángel Mazariegos de Agencia Ocote la iniciativa se encuentra archivada por haber cumplido tres meses sin que haya sido reclamada para lectura o asignada a una comisión.
Ambas iniciativas cubren puntos muy urgentes e importantes y son necesarias. Aún así, tienen algunos vacíos en cuanto a reglamentación y sanciones.
Pero entonces ¿La Ley Contra Feminicidio no es suficiente ?
Todo tipo de violencia contra la mujer está contenido en la Ley contra el Femicidio y otras formas de violencia contra la mujer, sin embargo, no hay artículos específicos que permitan a las víctimas denunciar y llevar a juicio a los denunciados por acoso de manera fácil y directa.
Hace falta que el Estado cree precedentes para penalizar el acoso sexual, combinado con acciones de prevención.
Entonces ¿qué podemos hacer para que el acoso sea considerado un delito?
Según la abogada y representante de Grupo Multidisciplinario Guatemala, Stephanie Rodriguez, podemos empezar por hacer lo siguiente:
Exigir a las autoridades que tipifiquen el acoso como delito.
Estar atentas a las presentaciones de ley y acuerparlas como ciudadanas.
Organizarse en colectivos locales.
Exigir a nivel territorial que se tengan protocolos para atender el acoso.
Y ¿mientras tanto?
Actualmente el acoso puede ser denunciado como violencia psicológica en el Ministerio Público. La Ley contra el Femicidio menciona en su artículo 7 que el hostigamiento, el menosprecio sexual y la restricción de la libre disposición de las mujeres, constituyen un delito.
Sabemos que muchas veces el sistema para llegar a la justicia en Guatemala es lento o poco efectivo. Si el sector público no reacciona se debe de presionar a que lo haga. Mientras tanto podemos organizarnos y exigir a las instituciones educativas y laborales privadas que tengan protocolos claros contra el acoso.
Sí a la 3566
La última iniciativa presentada fue el 20 de mayo de 2021. La iniciativa 3566 tiene como fin tipificar el delito de acoso y hostigamiento sexual.
Debemos de organizarnos como ciudadanas y acuerpar estas iniciativas para presionar al Estado sobre esta situación que no solo es importante, si no también ya urgente.
Cada vez que los derechos de las mujeres son vulnerados y este hecho al ser publicado se vuelve tema de debate en redes sociales la respuesta que encontramos de parte de hombres suele ser la misma: “Sí, pero yo no”. Este argumento es realmente innecesario y perjudicial.
Empecemos por mencionar que al denunciar los hechos violentos nadie escribe “TODOS los hombres” y esto se debe a que nadie piensa que absolutamente todos los hombres del universo sean como el perpetrador. Entonces ¡sorpresa! ya sabemos que no son todos. Sabemos que en cuanto a hombres hay de todo: están los violentos, los normales y los indiferentes y la verdad es que ese hecho es irrelevante. Si algún hombre en particular y en lo personal se siente aludido debe de revisar y analizar el porqué se siente así.
El problema es que no todos los hombres cometen estas violencias pero si somos todas las mujeres las que hemos sufrido alguna vulneración de nuestros derechos.
El problema no es quién sí y quién no, el problema es que todos los seres humanos vivimos en el mismo planeta y debemos analizar los errores del pasado, evolucionar y dejar ciertas conductas atrás. Al utilizar este y otros argumentos similares se desvía el debate y se le quita el enfoque al problema real. Al utilizar este tipo de argumentos se niega toda la responsabilidad en el asunto y si la tienen.
Los hombres tienen la responsabilidad de analizar su privilegio y utilizarlo para ayudar a las minorías oprimidas, tienen la responsabilidad de enfrentarse a otros hombres y romper con el pacto de silencio y camaradería entre machos. El único #NoTodosLosHombres que importa es que no todos los hombres se queden callados y brazos cruzados para seguir siendo parte de esta negación colectiva que es cómplice de las violencias contra las mujeres.