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Diversidad LGBTIQ+

Cuando hacés drag aprendés que tu piel se hace más dura

Entrevista y fotografías por Andrea Godínez.

La Badass Joto, una drag queen guatemalteca de 23 años, sabe que su lucha va más allá de pisar escenarios para hacer shows. Ella quiere ser un referente para esta y las futuras generaciones en el país, abriendo camino y espacios seguros para que la comunidad LGBTIQ+ se encuentre y rompa los estigmas de una sociedad machista.

Colgado, frente a la mesa de comedor, una cercha sostiene un bodie de color azul, amarillo y verde. Forma parte del atuendo que la Badass Joto utilizará esta noche en un espectáculo organizado por ella misma. Detrás de ese atuendo, sobre la pared se sostiene un cuadro con 5 fotografías del rostro de un niño, entre 3 y 5 años, con una mirada y sonrisa pícara, la misma que ahora a sus 23 años no deja de reflejar.

 

“Nosotras somos humanas. A veces la gente ve al personaje y piensan que somos indestructibles. Pero a veces te agarran en un mal día y te rompen”, dice sentada en la mesa del comedor donde se prepara para hacer un show por la noche. La Jota, como suelen decirle, se apasiona por los escenarios. Tal vez por rabia, por necesidad o por curiosidad, el 30 de julio de 2019, inició su carrera artística en la Casa 4 de Noviembre de la Ciudad de Guatemala. Maquillada y vestida de Barbie salió al mundo de una caja de duroport que representaba algo más allá que solo hacer un espectáculo, la Jota gritaba a un país machista: aquí estoy y aquí vengo a abrirle camino a toda la comunidad LGBTIQ.

Antes les pagaban con cervezas o promesas y ellas aceptaban por amor al arte dice. Sin embargo, el pasado mes de julio tuvo la oportunidad de ser contratada como host para el concierto de Girl Ultra en Guatemala. Para ella y sus otras compañeras que la acompañaron fue un momento de darse cuenta que están siendo referentes ya no solo para sus círculos cercanos, sino para personas fuera de su cotidianidad.

 

Detrás de esas sonrisas escandalosas y movimientos firmes, Eduardo quien da vida a la Jota,  indica que su infancia no fue fácil. Como para toda la comunidad LGBTIQ, una normalización dentro de sociedades donde aún se deben luchar por los derechos de identidad. Cuando estaba en el colegio, recuerda que  le hacían mucho bullying por ser gordo, afeminado y gay, aunque para él eso todavía no era claro. “Yo estaba inseguro de eso en ese momento y escucharlo de otras personas que lo dicen de forma despectiva para burlarse, definitivamente son situaciones que te traen abajo y no te hacen entender si estás bien o está mal con lo que sos”.

Eduardo está sentado mientras lo maquillan, porta un pantalón corto del Colegio Lehnsen, establecimiento donde estudió y uñas con el manicure recién hecho. Entre risas admite que pagar por el uniforme era un precio alto y que para estar cómodo en su casa todavía sigue utilizando este atuendo. En el colegio fue el lugar donde también le abrió el espacio para definir su identidad. Esteban, su maestro de teatro, era un hombre abiertamente gay y alguien a quien recuerda que era muy feliz.  “Fue mi primer contacto con gente de la comunidad, por así decirlo, y recuerdo que lo miraba siempre feliz y definitivamente la felicidad se contagia”.

 

Así fue como rompió con todos los comentarios y acoso que vivía en el colegio. El niño sumiso e inseguro que aguantaba y callaba, un día empezó a darse cuenta que no estaba mal ser quien era y que demostrarlo a los demás solo lo haría más fuerte y feliz. Tal vez hasta más feliz de como recuerda a Esteban.

Usualmente, la Jota es quien se maquilla y arregla para cada presentación, pero esta tarde Sarah Lagherfelt, una drag del reconocido Bar Genetic ha venido a maquillarla. Sarah lleva muchos años recorriendo los escenarios y reconoce que ser Drag Queen ahora es mucho más fácil. Antes debían esconderse o limitarse a los espacios como Genetic.

 

Al fondo sonaba el nuevo álbum de Beyoncé, ahora pasamos al de Bad Bunny.

En medio de bailes y de la conversación, es la misma Sarah quien le pregunta:  ¿Cómo escogiste que tu nombre artístico fuera Badass Joto? La respuesta nos dejó a las dos con los brillosos. La Jota quería inspirarse en algo que fuera negativo para la sociedad y de alguna forma apropiárselo. Jota o Joto es una etimología utilizada en México para referirse a que alguien es gay o lesbiana. El uso de esta expresión empezó a hacerse popular a inicios de 1900 cuando a las personas de la comunidad criminalizadas les trasladaban al Centro Preventivo de Lecumberri en la Ciudad de México. Al llegar al centro, les encerraban en la “carceleta con la letra J”, de allí la referencia al uso de la expresión. “A quienes eran de la comunidad solo allí los metían, por seguridad hacia heterosexuales, no los podían mezclar”.

Re significando la expresión a una cuestión de orgullo gay es como nace la Badass Joto. En 2019, siendo muy fan de Sailor Fag, cantante no binario, pensaba que no quería tener un nombre femenino o masculino que le encasillara o limitara ha hacer lo que quería dentro y fuera del escenario. Badass Joto es femenino, es masculino. Es todo, es nada.

 

Sin embargo, detrás de todas esas armaduras que vemos de las Drag Queen hay alguien que les da vida. En el caso de la Jota, Eduardo, su centro, quien la trae a la tierra y con quien tiene un complemento muy lindo. “Sin Eduardo no hay Jota y a pesar que somos la misma persona, nos expresamos diferente”. Tanto para Eduardo como para la Jota siempre se han permitido que su vulnerabilidad no se oculte. En ocasiones se les ha visto llorar, incluso en el escenario y no es algo que le de vergüenza admitir o que lo oculte.

Siendo un ícono de la cultura pop, la Jota sabe que su lucha va más allá de abrir espacios y camino para otres en Guatemala, porque busca ser un referente de resistencia y fuerza para decirle a un sistema que va en contra de la comunidad LGBTIQ que existen, no se van a rendir, no van a dejar de festejar y no van a dejar de reír; porque la historia de ella y de las que vinieron antes no fue fácil y no continuará siéndolo. Principalmente, porque ante un sistema opresor y que no respeta los derechos de la comunidad, muchas personas migran a otros países LGBTIQ friendly, para poder expresarse tal y como son. Es por esto que tanto las acciones de la Jota, como de Eduardo son tan visibles, porque busca que otres no piensen en migrar para poder ser libres y felices de quiénes son.

 

—¡Ay voy a chillar!—, hace una pausa.

“Algo que me he cuestionado mucho es que la gente dice  ¡me quiero ir a la verga de Guate! que está bien, pero yo quiero que sepan que no necesitamos irnos de este país para lograr cosas. Quiero que la gente que viene detrás de mí tenga la oportunidad de hacerlo aquí en su país”.

 

Sarah ha terminado de maquillar a la Jota y es hora que el body azul colgado en la pared complete el atuendo escogido para la presentación de hoy. Un collage de fotos de ella, Eduardo y sus amigos adornan la puerta de su dormitorio. Se pone un tutú amarillo y hace un TikTok para sus seguidores. Sale despampanante caminando de su casa. El show está listo para comenzar.