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Opinión Resisters

Claro que se puede ser feliz, muy feliz, sin pareja – Reflexiones de 14 de febrero

He revisado con lupa todos mis catorce de febrero, he navegado por la biblioteca de mis recuerdos en todos mis calendarios, y me he dado cuenta de algo: jamás he tenido una cita el 14 de febrero. Ni siquiera cuando tuve pareja.

Recuerdo a mi yo adolescente, esperando que un príncipe en su carroza llegara con flores y una sonrisa radiante para llevarme a un lugar romántico, con velas, una cena y postre. Que me llenara de besos y abrazos y me dijera incontables veces “te amo”.

Recuerdo haber deseado una tarjeta, un regalo, un detalle. Esperando algo que, en el fondo, sabía que no iba a recibir, porque no estuve con las parejas más románticas para mi gusto. Sufrí, mucho, por el deseo de vivir el mágico cuento del amor.

Llevo dos años soltera y este camino, que comenzó con dolor, me llevó a preguntarme: ¿de dónde viene este deseo? ¿Por qué me duele tanto no tener un romance de película? ¿No ser escogida? ¿Cómo apagar este anhelo que solo me hace sufrir?

En este tiempo me di cuenta de que no, este deseo no es mío. Y creo haber descubierto cómo desmantelarlo.

El 14 de febrero tiene raíces en la antigua Roma, en rituales que sometían a las mujeres. Durante las celebraciones de las Lupercales, los sacerdotes sacrificaban cabras y golpeaban a las mujeres con sus pieles para incentivar su fertilidad. Eran vistas como recipientes de vida, herramientas de procreación. También existía la fiesta de Juno Februata, donde los hombres sacaban de una caja un papel con el nombre de una mujer para tener un encuentro casual. Solo los hombres podían escoger; las mujeres eran el premio.

Mi versión favorita es la del sacerdote Valentín, quien desafío al emperador Claudio II y casaba en secreto a los enamorados, pues el gobernante había prohibido el matrimonio para que los jóvenes se alistaran en el ejército. Valentín fue descubierto, apresado y ejecutado un 14 de febrero. ¡Decapitado!

A lo largo de los siglos, la festividad evolucionó. En 494 d.C., el papa Gelasio I la declaró oficial. En 1969, la Iglesia la eliminó del calendario por sus orígenes paganos. Y en el siglo XX, el mundo anglosajón la convirtió en una fecha de consumo, encajándola perfectamente en el sistema económico patriarcal.

Aprendiendo sobre todo esto, vi que el deseo de amor romántico no es biológico ni innato. Nos lo vendieron con mitos, leyendas y estrategias de marketing que se instalaron muy bien en la sociedad. Así nos insertaron el imaginario de que ser amadas significa que alguien nos elige bajo las reglas del amor romántico. Nos condicionaron a creer que sin pareja estamos incompletas.

Nos enseñaron a vivir emparejadas, a procrear, a atender, a complacer, a conquistar. A servir, a ceder, a sacrificar, a resignarnos, a depender, a sostener, a agradar, a obedecer, a callar, a someter, a esperar, a necesitar, a suplicar, a renunciar, a consentir, a postergarnos, a perdonar, a soportar, a justificar, a mendigar, a adaptarnos: al amor patriarcal.

Y que todo eso es el amor y que ese amor, es el único que nos va a dar felicidad.

Al transitar el dolor y temblar de ansiedad por las secuelas del amor romántico—la violencia, la enfermedad, el desquicio—me pregunté: ¿qué pasa si empiezo a vivir todo lo que imagino con una pareja, pero sin una? Y así lo empecé a hacer.

Después de buscar con lupa el amor y revisar cuántos momentos había sido feliz gracias a él, me comprometí a algo distinto: a verlo. No había nada que buscar, solo tenía que verlo. Decidí aprender a escucharme, a afinar mis emociones, a observarme y sentirme, y luego, a todo lo que me rodea.

Que si he sufrido en el proceso, sí. Desatarse de lo que se supone que es el amor es como llevar a un adicto a rehabilitación. Escuché un podcast de Coral Herrera que se llama Yonkis del amor” y aprendí todo lo necesario para entender que era presa de una droga.

Que rehabilitarme podría llevar meses o años. Es que han sido tantas décadas donde se me ha trasladado a mí y a mi generación, y a la anterior, y a la anterior de la anterior también, el terrible concepto de amor romántico, que claro que desear todas esas reacciones desatadas en mi organismo iba a ser algo difícil de detener.

La sensación de euforia, de falta de concentración, de pérdida del sueño, del enganche, todo corresponde a una adicción y claro que como buena adicta, he tenido recaídas. “Los yonkis del amor no nacemos, nos hacemos”, dice Coral, porque una vez que conocemos un poco de ese tipo de “amor”, no nos conformamos y a medida que experimentamos de los efectos de la droga, la necesidad aumenta.

Las dosis se hacen insuficientes. Al grado de llegar a creer que bueno, si no tenemos a nuestro proveedor o proveedora, no hay forma de sentir felicidad y estamos todo el tiempo buscando la reincidencia.

Qué loca está Coral y las otras mujeres como Helen Fisher, de las que ella lo aprendió… y qué loca estoy yo por escucharle, pensé en algún momento. Pero a medida que pasaron los días, las semanas y los meses sin vivir bajo el constructo del amor romántico experimenté mucha ansiedad, a veces aún lo hago. Algunas deseando la droga pero muchas otras recordando el abandono y el sometimiento al que muchas veces acudí por esa idea del amor, y me di cuenta que sí, “tú eras la droga de la que mami me hablaba, la que moría si probaba”, canta Bad Bunny.

He dejado de esperar que ese tipo de amor llegue y empecé a verlo. En mí, en mi presente. En mi madre, en mis amigas, en mis colegas, en mis abuelas, en mis amigos, en desconocidos que me aprecian, en los gatos de la calle, en la música, en las lecturas, en los chistes, en la naturaleza, en el agua en mis pies, en la risa sincera que me deja un dolor de garganta que adoro. Abrirme a ver el amor en todas partes me ha regalado experiencias maravillosas.

Mi vida no podía ponerse en pausa esperando “el amor”.

El amor ha sido acomodar un ramo de flores con mi abuela y ver cómo ilumina la mesa. Ha sido reventarme los tímpanos con la música que amo, Karol G, Sister Nancy, mientras cocino ensalada de papas para mí misma. Ha sido abrazar a mi amiga como si la amara, porque la amo. Ha sido bromear con mi hermano y trasnocharnos hablando. Ha sido llorar con amigos que me aman y me escuchan aunque yo no sea su pareja. Ha sido el brillo que siento en el pecho cuando le hago cosquillas a mi hermanita y se dobla de risa. Ha sido viajar sola y encontrar alegría en la exploración, en caminar y sonreírle a desconocidos. Ha sido aprender que todo lo que alguna vez quise hacer con una pareja, también lo puedo hacer sola y ser feliz.

Estoy aprendiendo a pasar tiempo sola, a disfrutar mi espacio, a jugar con mis gatos, a ir a clases de baile, a salir con personas sin expectativas, a disfrutar amistades. Crucé un país en bus, intenté patinar aunque me caí, tuve sexo con alguien a quien no volví a ver, bailé reguetón con desconocidos, he visto a mis artistas favoritos cantar, participé en charlas, he publicado artículos que me hacen sentir orgullo de mí, y me liberé del “cuando tenga pareja”. No tengo que esperar a nadie para vivir y experimentar el amor. No tengo que esperar a un complemento para darle inicio a mi felicidad.

Claro que he sufrido, pero ya no soy prisionera de un constructo creado hace siglos. Me decidí a no perpetuar este sistema insostenible, sobre todo para nosotras. No se puede vivir sufriendo por una forma impuesta del amor.

Desde que entendí que el amor es la vida, me siento inmortal. No está en la persona ideal que nos vendieron en la televisión o en TikTok. No es que los chocolates y las rosas estén mal, sino la creencia de que nuestro valor depende de ser elegidas.

Quiero creer que si San Valentín existió, no fue decapitado para que sufriéramos deseando la droga del amor romántico. Quiero creer que ese amor que defendía era revolucionario, apacible y no dañino.

Hay que atrevernos a vivir fuera de él. Atrévete este 14 de febrero a celebrar el amor que sea que tengas. Lo único terrible de estar soltera es que comienzas esa etapa tras una ruptura, pero lo que viene después de transitar el dolor, es maravilloso. La soltería no es una maldición, lo es el mito que nos obliga a buscar pareja y a desear estar con una para poder ser felices. Cuando descubres que el amor siempre ha estado ahí, la pregunta “¿dónde está el amor?” deja de tener sentido. No dejes que que las redes sociales, las miles de promociones en restaurantes, tiendas de ropa y floristerías te hagan dudar dónde está el amor en tu vida.

Porque el amor eres tú y tu capacidad de sentir. Y tú siempre has estado aquí. Sanar tu idea del amor te abrirá el camino a vínculos, que no se sentirán como la droga del romance.

Vale la pena amar a quienes ya te aman. Vale la pena elegirte. Porque claro que puedes ser feliz, muy, muy, pero muy feliz sin pareja.

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Poesía Resisters

Cartas sororas: Convocatoria

En 2022, desde Resisters impulsamos Cartas sororas como un ejercicio intergeneracional que buscó un intercambio de vivencias colectivas a través del recurso de las cartas. Dos años después Cartas sororas regresa para seguir acompañándonos desde la ternura y el cuidado en una segunda edición publicada. Consideramos que una carta sorora es una expresión escrita cargada de empatía, apoyo y solidaridad entre mujeres. Queremos que este sea un vehículo para compartir tus experiencias, pensamientos y emociones en torno a un momento que te gustaría contar, un consejo que quisieras dar o un testimonio que aún está dentro de ti. 

  • Bases

Esta convocatoria está abierta a todas las mujeres jóvenes que estén entre los 18 y los 35, sin origen o experiencia de vida. Podrán participar mujeres del territorio guatemalteco que residen en el país o exiliadas y migrantes guatemaltecas, tanto de habla hispana como de idioma originario toda vez adjunte la traducción al español de la carta. 

Formato de las cartas

  • Extensión. Las cartas deben tener un mínimo de una página tamaño carta y un máximo de una página y media.
  • Formato. La carta debe ser enviada en tipografía Arial, tamaño 12 puntos y un interlineado de 1.5.

Documentación y envío

  • Formato de envío. Adjunta el documento en formato Word de tu carta en el espacio correspondiente del formulario. 
  • Plica. El segundo archivo llevará por nombre el pseudónimo con el que la autora haya firmado la carta, haciendo constar que es la plica. 

Ejemplo: “Plica+pseudónimo” [cartas anónimas]

Ejemplo: “Plica+nombre” [cartas con autora]

Contendrá los datos para identificar a la autora: nombre (si es anónima, solo escribe “anónima”), lugar de residencia, número de teléfono, correo electrónico y edad. En este archivo se incluirá una breve biografía de la autora con un máximo de 10 líneas. 

  • Originalidad. La propuesta debe ser inédita, es decir, no debe ser un texto que se encuentre en certámenes, ni estar publicado en cualquier medio físico o digital; de lo contrario, será descartada.

Esta convocatoria está abierta desde la publicación de las bases hasta el 18 de octubre de 2024. 

  • Proceso de selección
  • Proceso de selección. Un comité editorial seleccionará las cartas que mejor reflejen la esencia de la convocatoria. El formulario y sus respuestas serán gestionados exclusivamente por la persona responsable de la secretaría de la convocatoria, parte del jurado quien se encargará de recopilar las propuestas recibidas y eliminar las referencias a sus autoras.
  • Publicación

Se seleccionará la cantidad de cartas que mejor respondan al objetivo de la convocatoria, ya sea por unanimidad o, en su defecto, por mayoría de votos del jurado, que se consideren que expresan mejor la temática y cumplan con los criterios de selección. Las cartas seleccionadas pasarán por un proceso de selección, edición y corrección, y de diagramación. Posteriormente, el libro se publicará y se promocionará para su distribución y venta. Todas las cartas seleccionadas y publicadas constituirán la segunda edición de Cartas sororas en colaboración de Resisters y Nosotras las Letras.

  • Aceptación de las bases del concurso 

La participación en esta convocatoria supone aceptar las bases  y ceder exclusivamente a Nosotras Las Letras y Resisters la edición, con conocimiento y aprobación de las autoras, publicación y reproducción de las cartas seleccionadas. Resisters y Nosotras Las Letras se comprometen a reconocer en cualquier momento y a través de cualquier forma la autoría de las cartas.

  • Compromisos y cuestiones de derechos

Derechos de autor

Tú conservarás los derechos de autor sobre tu carta. Al enviarla, nos das permiso para el proceso de edición y publicarla en el libro Cartas sororas y en cualquier material promocional relacionado con el proyecto. Si prefieres mantener el anonimato, respetaremos tu decisión.

*Consulta todas nuestra bases aquí. 

 

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Opinión Resisters

Body-positive-what?

Son las 3:45 am. Siento escalofríos y tengo un vaivén de miedo en los huesos. Vienen a mi mente algunas películas y programas paranormales que mencionan que a las 3:00 am es la “hora del diablo”. Mi gata observa atentamente mi respiración agitada. Al menos mi pequeña lámpara me da un poco de seguridad por si tengo que salir corriendo. Ha llegado mi némesis más antiguo: síndrome de colón irritable. 

Mientras mi cuerpo se deja llevar por los síntomas, mi mente agitada pregunta: ¿qué fue lo que hice mal? ¿Acaso fue el tofú que comí en el almuerzo? Pero si fueron apenas unos trozos. ¿O fue porque me entristecí al enterarme que deben operar a mi gata? ¿O solo ya estoy chingada? 

Ahora ya no siento miedo, sino que enojo. Enojo porque es una lucha constante habitar este cuerpo, pero la señora en la tienda le dijo a su hija que debería hacer ejercicio para “tener” mi cuerpo. ¿Tener un cuerpo adolorido?

Tengo 25 años de existir, de los cuales 20 han sido una caravana de enfermedades. Esta caravana ha sido acompañada de varias personas que me han aconsejado, sin pedirlo, que debo amar mi cuerpo tal y como es. ¿Cómo amar al cuerpo que a veces limita y complica el vivir en este espacio?

Durante un tiempo quisieron “aportar” a mi salud diciendo que Dios me hizo así para “probar” mi fe. Y quien nunca falta en la cotidianidad es el monstruo del deberías

“María, deberías comer mucho más porque estás muy seca”. Lo he intentado, pero voy a mi ritmo con ciertos alimentos por las alergias. 

“María, deberías ser más constante con los especialistas y las medicinas”. Hago lo que puedo con mis recursos, considerando que no tengo seguro social ni privado. 

“María, deberías intentar esta dieta que me funcionó para verme mejor”. Si te funcionó a ti, me alegra, pero los cuerpos son diversos. 

Luego veo las redes sociales abarrotadas de contenidos de body positive. Si bien este movimiento reconoce la diversidad en los cuerpos, se me hace frustrante el alcanzar el “amor propio” a toda costa cuando nuestras historias y contextos son distintos. Es como si se tratara de una obligación de  amar nuestros cuerpos, alcanzar estándares y sugerir a las y les demás cómo deberían vivir. 

Este body-positive le apuesta a que amemos nuestros “defectos”. ¿Qué defectos? El sistema patriarcal y machista heteronormado supone que hay un “cuerpo ideal” que alcanzar y que si no es así, somos “defectuosas”. Qué horrible esa mierda considerando que existen diversos trastornos alimenticios. ¿Y qué hay de las personas que sí aman al 100% su cuerpo? Un privilegio. 

Suena la alarma del microondas; dejó de calentar la taza con agua. Veo que tengo que comprar más hojas de té de limón, mi fiel compañera para los días en que mi colón se enoja conmigo. Me alegra ver que hay verduras suficientes para hacer una sopa al medio día. 

Si bien los cuerpos no son perfectos, cada persona tiene un diálogo íntimo y acciones para su bienestar. A nadie más que a esa persona le interesa eso. No estoy diciendo que las personas que buscan apoyar son malas. Pero existe una gran diferencia entre quienes dan consejos sin que los hayas pedido, y quienes están atentas a ti pero sin ser invasivas. 

Creo que no podría sobrevivir en este cuerpo sin la ternura de las personas que amo, quienes preguntan por mis procesos de salud y quienes se han puesto a disposición para acompañarme al centro de salud. 

Mi cuerpo es más que los dos metros cuadrados de piel morena que lo cubren. Es más que los 650 músculos, 206 huesos, grasa y órganos, que lo conforman. Es un huerto de experiencias y cicatrices que cuido como más me gusta. 

A la chingada los comentarios de los cuerpos. 

Ya es hora de dormir. Toca enfrentar un día de trabajo y recuperarme.

por: María Jossé España

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Resisters

Mont Serrat: las mujeres no solo bailamos cumbia, también mezclamos y producimos

Escrito por: María España 

¿Qué trae a tu memoria la cumbia? ¿Las fiestas familiares de fin de año? ¿Las veces que te quedaste dormida o dormido en una cama improvisada de sillas durante una boda o quinceaños? También podría ser las tardes de juego en tu colonia o una noche de cervezas. Para Montserrat Molar, una DJ originaria del barrio Guadalupe, Nuevo León, Monterrey, la cuna de la cumbia rebajada, es el recuerdo de su madre Blanca bailando junto a ella. 

Actualmente estudia sociología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la cual describe como la carrera de sus amores al darle el sentido de análisis para generar soluciones de cambio. Con 27 años ha empezado su viaje como DJ marcado por la guacharaca, que le recuerda a su infancia llena de vinilos, cassettes y CDs almacenados por su madre chilanga, originaria de la Ciudad de México. 

Más que dedicarse a mezclar cumbias en eventos como forma de representar a los barrios, Montserrat aspira ser productora y apoyar a mujeres que desean integrarse a la escena cumbiera en Monterrey. Ponle play a tus cumbias favoritas mientras lees esta entrevista en RESISTERS. 

 

¿Recuerdas tu primer encuentro con la cumbia?

Tuve la fortuna de crecer con una mamá y familia muy musical. En mi casa todo el tiempo había música desde que era pequeña. La gente en México tiene amplia cultura musical. La cumbia era uno de los géneros que sonaba en la casa y bailábamos. Mi mamá escuchaba desde el Super Grupo Colombia, Los Askis, Llayras y Grupo Cañaveral. Toda la cumbia que yo sé es por ella.  

La cumbia es recordar a la Montserrat de 7 años, haciendo un viaje desde la cumbia andina incluso la rebajada hasta los 13 años. En ese momento me integré a una pandilla. Había un apogeo de las pandillas y la cumbia era el himno que las representaba. 

La cumbia en mi ciudad representa los barrios, representa las clases medias bajas y bajas. Es una música que viene del barrio. 

Dario Blanco, en su tesis “La cumbia como matriz sonora de LATAM” , menciona que es una dinámica identitaria, ¿qué me dices de esto?

Tenemos que echar un vistazo a la historia de la cumbia. La cumbia es una mezcla cultural de nuestros ancestros indígenas, también de afrodescendientes que migraron, y este es un aspecto peculiar. Tiene este parecido a nosotros, ya no solo es un género, sino que toma un papel de comunicador entre diversas clases. La cumbia tiene ese papel de ser un comunicador en todo LATAM. 

 

¿Cómo surge DJ Mont Serrat? 

Surgió de una forma rara e inesperada. Como te dije, escucho música desde muy pequeña y el amor por la música ha estado desde siempre. Era la que ponía la música en las fiestas. En un momento tuve la oportunidad de poder comprar mi primer equipo: mi tornamesa. 

Para mí era más como un hobby, pero de pronto empecé a mezclar música en fiestas junto a una amiga. Después de la marcha del 8 de marzo en este año, hubo una tardeada feminista en Monterrey, donde podías poner tu música. Entre el público estaba Fanny y me dijo que no conocía mujeres tocando cumbia.

Montserrat recuerda que, una semana después, Fanny la buscó para ofrecerle un espacio con equipo profesional. Aún con miedo al no ser experta y no tener tantos años de trayectoria, empezó a tocar todos los domingos, hasta que meses después fue invitada a la Ciudad de Guatemala. 

 

¿Qué me dices de las mujeres en la escena sonidera?

La escena sonidera viene a raíz de los años 60. Una mujer fue la pionera del estilo sonidero, que es Guadalupe Reyes Salazar, alías La Socia. Ella inicia este movimiento sonidero con Ramón Rojo “La Changa”. A la muerte de Guadalupe, él se queda como líder del sonidero La Changa. El sonidero tiene la peculiaridad de que es una fiesta en la calle. La persona que es el DJ está animando y a su vez representa color y baile. 

En un comunicado del Gobierno de México, se indica que La Socia murió sin el reconocimiento debido por el gremio así como de la sociedad musical en general, pese a ser la precursora de la escena sonidera. Según el investigador Benito Salazar, en dicho país existen aproximadamente 40 mujeres sonideras, sin embargo, no llega a ser el 1% de hombres sonideros, de los cuales la cifra asciende a 8 mil. 

A decir de Montserrat, la cumbia está dominada por los hombres, creyendo que las mujeres solamente bailan, cuando en realidad hay músicas y productoras. 

¿Podría decirse que la cumbia es una apuesta política de cuerpo y territorio para las mujeres?

Lo es. Lo creo más ahora viendo mi caso y el de la otra chica en Monterrey con quien mezclamos cumbias. Estamos en una posición de ser pioneras en que las mujeres se metan de lleno a la escena y viajen a otros países. Hasta hace poco me dije: Loca, estás haciendo cosas muy cañón, estás representando a otras mujeres. 

Yo también puedo mezclar cumbia, también puedo producir cumbias. Esto es algo político, y no lo digo solo como feminista, sino también como cumbiera de corazón. 

 

 

Video producido en alianza con Raven Studio, Oceano Azul Studios, Milton Nájera y El Vampiro Sábanero.

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Montserrat espera perfeccionar su trabajo como DJ y encaminarlo hacia el activismo social para que más chicas empiecen a involucrarse. “Quiero producir mi propia cumbia, hacer mezclas, la cumbia es un mundo inmenso de subgéneros”, expresa con emoción. 

Por último aconseja a las chicas que desean ser DJs que se pregunten a sí mismas si les apasiona en realidad, y de ser así que se crean su proyecto sin importar lo que opinen las demás personas. Añade que es necesario conocer la música para que surja la magia. “Confíen en ustedes y a darle fuego”, concluye.  

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Coyuntura Fotografía Resisters

Pride 2022 en Guatemala 🌈: existo, resisto, persisto

Lo que vi y lo puedo definir en una palabra, fue diversidad. Habían personas muy chavitas, hasta ya personas muy grandes. Me gustó mucho ver todos los colores, ver esos vestuarios tan producidos, esos maquillajes. En los carteles que llevaron había denuncia de que diversidad no es solo el estereotipo de hombre blanco, que sí hay diversidad, hay mujeres indígenas, lesbianas, mujeres trans también, que están tratando de visibilizar su lucha. 

No había visto antes tanta gente en una manifestación, aparte de las del 2015, no. Después de la pandemia no había visto una manifestación tan grande como la del sábado y creo que la diferencia con todas las demás es que el Desfile de la Diversidad Sexual en Guatemala es muy alegre, es de mucho gozo, es de baile, es de perrear, es el gozo de estar vivos, vivas, vives. 

– María Jossé España

Me conmocionó mucho todo lo que vi. Una comunidad diversa, realmente llena de diversidad. Una caminata de esperanza, colores, glitter, denuncias y alegría en un país tan oscuro, lleno prejuicios, de gente conservadora que quiere venir a decirles a lxs otrxs a quién pueden amar y a quién no.

El desfile me hizo olvidar por un momento lo horrible que es vivir en Guatemala. Ver a tanta gente joven afuera exigiendo sus derechos y visibilizando su existencia a cada paso, con cada baile, con cada grito de orgullo, me hizo recordar lo importante que es mantener la alegría como acto de resistencia.

– Jovanna García
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Coyuntura Opinión Resisters

No quiero ser mamá – Maria Jossé España

No ocultaré que varias veces fantaseé con tener un bebé y nombrarle María, así como mi tatarabuela nombró a mi bisabuela, y que siguió con mi abuela, quien también nombró así a mi mamá.

Creí que la maternidad era la “experiencia máxima” de ser mujer, y a la que estaba destinada para no quedarme sola. De pronto me descubrí incluyendo la maternidad en mi proyecto de vida porque “así debía de ser”. Reconozco que tuve el privilegio de que las mujeres de mi vida jamás hablaron de la maternidad como un deber, sino como una decisión.

De niña nunca me llamó la atención jugar con muñecos de bebé, ni me impusieron ese tipo juego. De adolescente a veces imaginé cómo sería tener un hije, pero mi abuelita y mamá hablaban sobre todo lo que conlleva la maternidad: cambios físicos, emocionales, laborales, entre otros. Y el hecho de que jamás dejás de serlo.

Creo que habría disfrutado tomar su diminuta mano y declararle mi amor una y otra vez. Habríamos crecido juntes; por su lado descubriría la vida, y yo la reconocería. Habríamos bailado y llorado. Habría procurado hacerle reír infinidad de veces y darle granitos de enseñanza. Habríamos cuidado plantas y gatitos. Habría sido la mamá más feliz, si tan solo lo hubiese deseado, pero no fue así.

 

Muchas nos hemos preguntado qué haríamos si la prueba de embarazo da positivo. En este no país llamado Guatemala el aborto es penalizado, y lo clandestino pone en riesgo nuestros cuerpos. Y si decidimos tener al bebé, tomamos en cuenta que las condiciones de vida no son dignas ni los derechos humanos son respetados en este pedazo de tierra.

En lo personal, los métodos anticonceptivos alteraron mucho mi cuerpo al ser un cóctel de hormonas. Entonces decidí hacerme la ligadura de trompas, porque no veo en mi futuro ese tipo de maternidad. Mi maternidad la ejerzo con los gatitos que vienen a la casa, con lo que cocino, con las plantas, y en mis proyectos personales.

María, ¿cómo fue?

En los últimos meses varias personas me han preguntado cómo fue el procedimiento, y mi respuesta no es con una sonrisa. Creo que las experiencias se cuentan con mucha sinceridad por respeto a una, porque lo vivió, y a la otra persona por tomar un tiempo para escuchar. Lo siguiente no es de color rosa.

Era jueves. Desperté junto a mi novio, quien también estaba emocionado por la operación. Recibí su apoyo y ternura cuando le comuniqué mi decisión sobre mi cuerpo. En el camino a la clínica las risas nerviosas no faltaron, y hablamos sobre los días de recuperación. Me dejó en el parqueo, y con un beso tierno me aseguró que regresaría por mí. Todo lo demás lo debía enfrentar sola.

Fui la primera mujer en llegar. Tomaron mis datos y me hicieron una prueba de embarazo para asegurarse de no cometer errores.

– ¿Está segura de que quiere operarse? No es reversible – dijo la enfermera.

– Segura – le respondí.

Poco a poco llegaron más mujeres de diversas edades; unas ya con hijes, y otras como yo, sin haber gestado jamás. Tuve que ponerme una de esas batas de hospital, recogí mi cabello corto con una coleta y cubrí mis pies con calcetas desechables. Pronto una enfermera anunció mi nombre.

– María, pase adelante – se escuchó en todo el pasillo. El silencio le siguió. Era la primera en pasar. Siempre procuro ser la primera en alguna situación que me da miedo para luego no arrepentirme, y más en ese caso por jamás haber sido operada.

Todo parecía sacado de una película de ciencia ficción de los ochentas. Dentro del quirófano sonaba Queen; se le veía entretenide al personal médico. Pronto comenzaría, por mucho, el dolor más terrible que he sentido en mi vida. La posición en la que me colocaron era como examen ginecológico. Sin embargo, a cambio de estar en una superficie plana, era curva, para que mi útero pudiera verse mejor.

En ese momento los nervios aumentaron. Llegó la anestesia local en el ombligo. Se sentía como un calambre terrible, pero eso no sería lo peor. Poco después por mi vagina introdujeron un instrumento para hacer la ligadura. Por cada cosa que pasaba, con voz temblorosa pregunté el qué y porqué. Una enfermera tomó mis manos, las cuales estaban sobre mi cabeza, y con ternura me explicó todo.

De pronto vi pasar el bisturí hacía mi ombligo. Se avecinaba lo que había decidido. El cirujano infló mi abdomen con gas; el estómago lo sentí en la garganta. Empecé a sentir náuseas. Lo que ocurrió después lo recuerdo con lágrimas, y a veces lo sueño.

– Respirá profundo, va la primera – dijo el médico. Le siguió un grito mío luego de que pusieran un anillo en mi trompa de falopio derecha.

– Ahora la otra – dijo por último. Otro grito mío, pero ese fue ahogado.

El llanto se desbordó al instante. El dolor era muy fuerte, y se le agregaba que veía consumida mi decisión de no ser mamá. La siguiente hora luché contra los intentos de desmayo y vómito. En la sala de recuperación varias nos escuchamos, nos acompañamos.

Sabés, la medicina para mujeres fue creada por hombres. No faltarán mujeres que se quejen del papanicolao, de exámenes vaginales, de partos, y es aún peor si el personal médico no tiene ni una pizca de sensibilidad. La violencia ginecológica y obstétrica es real, pero se cubre con la típica frase: “Hay que aguantarse”.

“¿Y un condón no te bastaba?”

En cuanto pude compartí en redes sociales mi decisión por si alguna otra chica estaba buscando información o quería ser acompañada. Me topé con muchos comentarios negativos hechos, claro, por hombres que se indignaron por decidir sobre mi cuerpo.

Y luego estaban los mensajes de chicas que también están seguras de no ser mamás, pero que si lo dicen abiertamente pueden ganarse el odio de sus familias.

Si decidimos sobre nuestros cuerpos nos ganamos el linchamiento social machista y patriarcal, aunque sea por tomar anticonceptivos por responsabilidad. Pero creo de manera consciente que las redes de apoyo son fundamentales para atravesar cualquier proceso, y construir apuestas políticas para nuestros derechos.

La maternidad será deseada o no será.

 

 

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Opinión Resisters

¡Cuidado con Las Plásticas! o Feminismo de Chicas Pesadas 

 

Este artículo hace referencia a la película de comedia de culto estadounidense lanzada en 2004: Mean Girls (Chicas Pesadas en Hispanoamérica y Chicas Malas en España), y contiene el uso de los personajes, tramas y frases populares para hacer metáforas, paralelismos y ejemplos.

Si vamos a hablar y señalar violencias, hablemos y señalemos las violencias que se dan también dentro del movimiento feminista y corrijamos el rumbo mientras podamos antes de replicar lo que más nos daña : el sistema patriarcal.

¡CUIDADO CON LAS PLÁSTICAS! o Feminismo de Chicas Pesadas 

Era el año 2016 cuando por primera vez una persona me nombró feminista, eso dio inicio a un camino de eterno aprendizaje y deconstrucción constante. “Feminista”  fue un calificativo que aceptaba con orgullo y gracias a ello he conocido a personas maravillosas y hecho muchas amistades.  Inicié procesos que aún son importantes para mí tanto de teorización y estudio como de espiritualidad y sanación, así como gracias a ellas he formado parte de proyectos cuyo objetivo es reducir esta brecha histórica diferencial.

Pero esta no es esa historia. Esta es la historia de la piedra en el camino del feminismo que durante el 2020 se me metió en el zapato y me hizo cuestionarme profundamente si este era el sendero por el cual quería caminar y si esa era la etiqueta que quería portar mientras caminaba.

Regina George o el Feminismo Mayonesa 

El feminismo surgió como un movimiento occidental y como Regina George es blanco y por tanto racista, clasista, colonial, heteronormado y cisnormado ( y por tanto bastante homofóbico).

El feminismo es una doctrina y un movimiento social con un objetivo específico: el reconocimiento de capacidades y derechos para las mujeres que tradicionalmente han estado reservados para los hombres.

Pero el feminismo surgió como un movimiento occidental, blanco y por tanto racista, clasista, colonial, heteronormado y cisnormado ( y por tanto bastante homofóbico). Aún con sus distintas ramificaciones y distintos tipos de feminismos que están explorando otras intersecciones existen muchas ramas cuyas concepciones y acciones derivan de la corriente teórica “radical” del feminismo de la diferencia y del materialismo francés, que a su vez surgieron en países que son o fueron potencias económicas y círculos sociales de clase media alta blanca con todas las características antes mencionadas.

« No soy una mamá común, soy una mamá genial. No existen reglas en esta casa.»

En el afán de defender algunas de estas concepciones y acciones de parte de quienes se identifican con estas ramas se ataca, violenta y hostiga a otras mujeres que también son parte del movimiento, pero que no se apegan a su ideología particular. Este artículo es una invitación a revisarnos para que, como dice la mamá de Regina George « No soy una mamá común, soy una mamá genial» (reemplazar mamá con movimientoy por movimiento me refiero al feminista). Para ser atacadas, violentadas y hostigadas ya existe el patriacardo y para no replicar estos mismos comportamientos necesitamos que « no existan (las mismas) reglas en esta casa.»

Lee más aquí: Separatismo : La Mayonesa Feminista 

Y aquí: Vuestro Feminismo Blanco Racista No Me Representa

Las Plásticas o Las Cámaras de Eco

Las plásticas en una escena que representa a la perfección que las cámaras de eco son una relación de poder opresora.

Una cámara de eco (en inglés echo chamber) es la descripción metafórica de una situación en la que la información, ideas o creencias son amplificadas por transmisión y repetición en un sistema “cerrado” en el cual las visiones diferentes o competidoras son censuradas, prohibidas o minoritariamente representadas.

Por ejemplo, la expresión utilizada en la película: «los miércoles usamos rosa, si tú no lo haces no te puedes sentar con nosotras», coincide con la forma en la que se denomina a una mujer como mala feminista al no responder a cierta expectativa que se tiene de ella. Es decir, que si no replicas sus patrones de comportamiento o manera de pensar es muy probable que termines pasando tu hora de almuerzo comiento en el baño o con tu nombre el en Libro Del Mal. Cualquier similitud a cómo funciona la sociedad (y por tanto las redes sociales) cuando sucede algo que divide las opiniones, parece sacado de una chick flick noventera, es pura coincidencia. ¿O no lo es?

El hostigamiento o ciberbullying rara vez se basa en quién tiene más fundamentos para su argumento (o sea sorpresa, es una relación de poder).  La persona que tiene más seguidores convencidos de su idea u opinión genera una reacción en cadena para silenciar a todos aquellos que tengan un argumento distinto (aunque no por ello menos válido). Cancelando, rechazando y segregando (¿eres tú separatismo?) a estas personas de la conversación. Esto me lleva a la cultura de cancelación.

El Libro del Mal  o La Cultura de la Cancelación 

El Libro del Mal llenito de pura maldad.

Estimadxs lectorxs, les diría que cierren los ojos pero ya no podrían leer así que obviamos este paso y pasaremos directo al ejercicio de análisis a través de la levantada de mano.

  • Quiero que levanten la mano si alguna vez una chica ha hablado mal a sus espaldas o redes sociales… bajen la mano.
  • Quiero que levanten la mano si fueron personalmente victimizadas por una Regina George … bajen la mano.
  • Levanten la mano si Las Plásticas les pasaron el feministómetro (de su propia invención) y pues no pasaron… bajen la mano.
  • Levanten la mano si les cortaron su foto del anuario, la pegaron con pritt al “Libro del Mal” y les escribieron cosas como “pseudofeminista”, “violenta”, “poco sorora”, “solapamachos”, “mala feminista”, “facista”, “patriarcal”  y luego le dejaron caer brillantina encima, le sacaron copias y tiraron los papeles en los pasillos de Twitter y grupos de Whatsapp mientras su respectivo séquitode plásticas le aplaudía a la Regina George y ellas mismas lo feministas que eran por ello… bajen la mano.
  • Levanten la mano si reaccionaron ante estos ataques con rabia mal canalizada planificando una estrategia de venganza para destruirlas desde adentro con barras de proteínas para subir de peso…ahora a las que tengan la mano levantada choquen esos cinco.

Porque yo la tengo levantada hasta el cielo, amix. Mis opiniones y acciones no coinciden (e incluso son netamente contrarias) a las de la mayoría. Esto me ha hecho candidata para ser la perfecta persha  que merece ser cancelada varias veces. Soy «casi demasiado gay para funcionar»  para las feministas más pop del momento pero también soy humana con mecanismos de defensa que se activan instintivamente cuando me siento atacada y me hacen daño. Y eso no es fetch, hay que dejar de intentar que lo fetch suceda.

Sharon Norbury construyendo puentes y no abismos, como la reina que es.

Como escribió un asistente en el taller “Cancel Culture” por Fariha Róisín de Slow Factory Foundation. Debemos revisarnos y preguntarnos: “¿Cómo no causar daño cuando acusamos a alguien por causar daño?”.

Cancelar a una persona genera un efecto dominó de daños colaterales a todos quienes rodean a la persona cancelada. Al final todos los dominos paran tirados en el piso, no se soluciona el problema y solo se agranda el abismo que divide a dos extremos de pensar que son muy distintos volviéndolos aún más irreconciliables.

Puedes ver este y más talleres haciendo click acá: https://slowfactory.foundation/open-education

Trust-Falls u Organiza y Canaliza tu Rabia

Janis en su afán de derrocar la dictadura violenta de Regina utilizó violencia y eso la convierte en una chica pesada también.

Esto nos lleva a Janis. Janis es la completa némesis de Regina rompiendo con los estereotipos esperados por la sociedad y es quien idea el plan para infiltrar a las plásticas para destruirlas desde dentro. Lo que no se habla mucho es que Janis en su afán de derrocar la dictadura violenta de Regina utilizó violencia y eso la convierte en una chica pesada también.

En estas dinámicas nadie gana y todas las involucradas caemos en juegos de ego, venganza y chisme. El único que gana es el sistema opresor que deseamos botar. No ser popular implica, por defecto, ir en contra del sistema opresor y todas sus normas rígidas, pero debemos cuidar también sí al señalar y enfrentarlo no estamos cayendo en las mismas dinámicas que queremos señalar y erradicar.

Roisin menciona en su taller que lo opuesto a la Cultura de Cancelación es la Cultura del Cuidado. Mucha de nuestra rabia se remoja en soledad, aislamiento y sentido de no pertenencia. En lugar de enfrentar este dolor, lo lanzamos lxs unxs a lxs otrxs.

Como dice Lama Owens en Amor y Rabia “empecé a practicar la rabia amorosa porque quería liberarme de ella. Cuando digo liberarme de ella no me refiero a erradicar mi rabia, sino a no estar en una relación coaccionada por ella”. Hay que metabolizarla y encauzarla para ser libres.

Mira este video de Janis la Chica Pesada No Popular:

¿Por qué sufren todxs por esto? Es solo plástico o La Corona Feminista

Todas tenemos ya un pedazo de corona feminista al cuestionarnos y deconstruirnos las normas sociales. ¿Nos destruiremos entre si solo por un pedazo de plástico?

« Seré muy breve, a todas las personas que se sintieron ofendidas por el Libro del Mal en verdad lo lamento. Haberle arruinado la vida a Regina George no me hizo sentir más feliz. Disolvamos a Las Plásticas y con terapia aprendamos a canalizar nuestra ira con lacrosse». Pues lo de lacrosse le sirvió a Regina. ¿Entienden lo que digo desde las palabras de Cady?

El feminismo debería de ser un escudo contra el patriarcado, no un arma contra otras mujeres. Sí existe otra trinchera con personas que utilizan una estrategia distinta para tumbar a mi enemigo sin vulnerarme son mis compañeras de lucha.  Nuestras armas siempre deberían de estar apuntando al patriarcado, no la una a la otra. Siempre y cuando estén disparándole al sistema que nos oprime pues voy a considerarlas mis aliadas, no mis enemigas.

Estemos de acuerdo en no estar de acuerdo en todo,  pero no nos ataquemos la una a la otra. Las opiniones, por más distintas, serán respetadas siempre y cuando no dañen la integridad o insulten la existencia de otrxs. La lucha y la corona es de todxs. Sí nuestras acciones logran hacer la diferencia para una sola mujer, para mí, eso ya habla más alto que cualquier pensamiento descrito en 280 caracteres.

El límite no existe u otras formas y otros nombres

Cady calculando que el limite no existe y una imagen que representa mi cuestionamiento y revisión durante el 2020.

Era el año 2020 cuando por primera vez (en medio de una pandemia, crisis económica e inestabilidad emocional) se me metió una piedra en el zapato al cuestionar un movimiento al cual creía que pertenecía, ya que las acciones, reglas e imposiciones de quienes también pertenecían al mismo se contrariaban a sí mismas pero, sobre todo, me atacaron y eran opuestos a pilares de mi brújula moral y ética.

Este cuestionamiento me hizo emprender una revisión y búsqueda.  En este proceso encontré a otras que habían pasado por casos similares y en ellas maravillosas respuestas que resonaron en mi corazón. “Toma solo lo que te sirve”, me dijo Silvia Trujillo en una sesión de Rompeolas. “No es el feminismo, son sólo las feministas”, dijo Rebecca Lane en una entrevista del programa de IG Live Salidas del Guacal de Yiyi Sosa. “Debemos abolir al policía en nuestra cabeza y corazón”, dijo la artista Tourmaline durante las protestas por los derechos de los afroamericanos en las revueltas.  “Quizás ese salvavidas del feminismo nos sirvió para salvarnos en su momento y ahora tenga otra función o debamos doblarlo y guardarlo.”, dijo Lucía Rosales en el conversatorio Ser LBT de Visibles.

Después de la revisión y búsqueda ya no necesariamente me quiero llamar o que me llamen “feminista”.Quizás hoy me quiero llamar “femme based”, “anti patriarcal”, “pro feminas”, “humanista”, “eco histérica” , “comunitaria”, “ interseccional”, etc. Quizás hoy no me quiera llamar nada , pero mañana si y me lo permito. Al final todas las doctrinas y movimientos, por más que sean colectivos, se viven de manera muy personal y he decidido que la mía será fluir cada que reciba nueva información y dejar ir cuando algo ya no contribuya a mi crecimiento.

Todxs quienes estén luchando contra el patriarcado (se llamen como se llamen), siempre y cuando sus armas estén dirigidas al sistema opresor son mis aliadxs. Cuando ellxs conmigo y yo con ellxs, ¿quién contra mí?

¡Ella ni siquiera va aquí! o Gracias, gracias, gracias

A lxs que se fueron porque las relaciones ya no aportaban al crecimiento mutuo.

A las Compañeritas del Fuego por no darme la espalda cuando me tiraron a la hoguera. A las Resisters por ser un espacio seguro maravilloso y enseñarme que cuando sentimos que no tenemos nada a lo cual aferrarnos nos podemos aferrar la una a la otra. A La Revuelta por ser un megáfono en el cual aprendí que las acciones hablan más alto que las palabras.

Gracias a las personas que editaron este texto varias veces hasta que no solo hacía sentido para mí si no para cualquiera a quién esté pasando por un proceso similar.

Al privilegio que me permite este eterno cuestionamiento en constante tránsito alimentada por las opoinones y experiencias de terceros ayudandome a discernir cuando es mejor construir junto a otrxs y cuando hacerme a un lado ceder el espacio.

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No tenía asma, mi salud mental estaba mal por Andrea López

No tenía asma, mi salud mental estaba mal

Parte I

**Disclaimer** Este artículo está escrito desde la experiencia personal, para nada pretendo ser una profesional del tema, creo en la importancia de hablar sobre la salud mental y lo que conlleva y en la búsqueda del crecimiento a través de la ayuda de profesionales del tema.**

Toda mi vida he tenido problemas respiratorios; alergias, rinitis, resfriados comunes constantemente e inclusive uno que otro ataque de asma. Por lo que no fue extraño para mi cuando en el 2016 tuve lo que creí que eran una serie de ataques de asma. Comenzaban todos igual, no podía respirar y comenzaban a temblarme las manos, sudaba mucho y me ponía nerviosa porque según yo no cabía el aire en mis pulmones y mi inhalador simplemente parecía no funcionar.

Un día me ocurrió uno camino al trabajo mientras iba manejando, al día siguiente lo mismo y así ocurrió unas tres veces más y en todas las ocasiones duraba unos 10 minutos y yo seguía pensando que era asma. Hasta que un día vi que alguien escribió sobre un ataque de ansiedad y me animé a preguntarle cómo eran los ataques de ansiedad.

Unos días después estaba sentada en el consultorio de un especialista y ahí dijo las palabras “es una depresión dentro de la escala bipolar” y lo que estaba teniendo eran ataques de pánico.

El Dr lo explicaba como estar encerrado en un cuarto, creyendo que hay un león ahí afuera y estar constantemente preparado para que cuando la puerta se abra, el león entre y tengamos que defendernos, solo que abríamos la puerta y no había león, entonces todavía nos queda esa leve sensación de adrenalina y nuestro cuerpo tiene que sacarlo. Algo así.

No me había dado cuenta que estaba viviendo una depresión muy intensa, mientras pensaba que solo no me gustaba mi trabajo, o que tal vez tenía problemas con mi pareja. Porque es natural sentirse triste, pero lo que yo sentía era desesperanza y tenía mucho tiempo de sentirme así, meses inclusive. Porque la depresión no solo afectaba la forma en que percibía las relaciones a mi alrededor, sino que no me dejaba disfrutar de todo lo bueno que me estaba pasando. No tenía energía, no lograba concentrarme, no estaba motivada ni quería buscar nada para estarlo. Solo estaba existiendo, pero no me había dado cuenta porque llevaba tanto tiempo así, que creía que era algo normal.

Conforme pasó el tiempo, mi Dr me fue recetando algunos medicamentos, en ocasiones hice caso, en otras no, pero siempre seguí yendo a terapia, porque el hablar las cosas me ayudaba y encontré en la terapia una herramienta para reconstruirme poco a poco y aunque hoy no puedo decir que estoy libre de pasar por una depresión tengo en mis manos herramientas que me salvan de los peores momentos.

Hay días buenos y hay días malos, pero aprendí que no quiero ser feliz el 100% del tiempo porque también aprendí sobre los episodios que puedo tener.

En la bipolaridad hay escalas, según entiendo, hay episodios de manía e hipomanía y cada episodio va acompañado de acciones que nos afectan o en ocasiones son advertencias de lo que nos está pasando. Lo importante es aprender a reconocer los signos, ya que muchas veces, lo más difícil es eso, reconocer que hay algo que está pasando. En mi caso fue clave el tener episodios de ataques de ansiedad y el poder hablar de eso con alguien que ya había pasado por ello.

Sin embargo me di cuenta que habían otras cosas que me afectaban y habían algunos síntomas claros que había pasado por alto antes, como que pasaba meses en los que dormía un par de horas y estaba bien con eso, mi energía aumentaba más de lo normal y en otras ocasiones solo no podía dejar de dormir y perdía el interés en todo.

No quiero terminar sin decir que la salud mental es algo con lo que no debemos jugar y es de suma importancia que busquemos ayuda de un profesional y no tengamos miedo a hablar sobre el tema, porque para mi hablar del tema con mis seres cercanos me ayudó a obtener la ayuda que necesitaba y el apoyo de mi círculo cercano.

Recordemos también que el camino a la sanación no es lineal y que nuestros pensamientos negativos no deben bloquear esta idea, los problemas son pasajeros.

*Este artículo estaba programado para el mes pasado siendo este el mes de la salud mental, pero como mencioné previamente, la sanación es cíclica y a veces debemos darnos permiso de sentir las emociones, reconocer cuando no nos sentimos al cien por ciento y tomar un descanso siempre teniendo en cuenta que debemos levantarnos y seguir nuestro camino.

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¿Por qué el acoso no está tipificado como delito? por Christa Krings

 

La cantidad de denuncias hechas en redes sociales, a través de empapelados y otros recursos es alta. De ser el acoso una situación tan común que afecta a la población surge la pregunta : ¿por qué el acoso no está tipificado como delito en Guatemala?

¿Qué es el acoso?

Según la psicóloga Isabel Rovira existen al menos 7 tipos de acoso. Entre ellos están el callejero, sexual, físico y ciberacoso. En términos generales podemos describir el acoso como podemos considerar al acoso como conductas de naturaleza ofensiva y perturbadora que se dan de manera repetitiva cuando existe un desequilibrio de poder entre el acosador y el acosado.

El acoso es la forma de violencia más denunciada públicamente en redes sociales y a pesar de este hecho no se constituye como un delito. En el Congreso de la República de Guatemala se han propuesto varias iniciativas de ley que buscan condenar a aquellas personas que violentan a través del acoso.

Iniciativas en Guatemala para tipificar el acoso como delito.

En 2017 Alejandra Carrillo presentó una iniciativa de ley que buscaba penalizar la violencia sexual en múltiples formas con énfasis en la explotación y trata de personas, acoso callejero y acoso digital como el grooming y sexting.

El 25 de noviembre de 2019, la exdiputada Nineth Montenegro, del partido Encuentro por Guatemala (EG), presentó la iniciativa de ley que busca penar el acoso callejero como violencia contra la mujer. Aunque la iniciativa fue recibida por el Consejo Directivo a finales del año pasado, esta no ha sido leída ni asignada a una comisión. Según una investigación por Ángel Mazariegos de Agencia Ocote la iniciativa se encuentra archivada por haber cumplido tres meses sin que haya sido reclamada para lectura o asignada a una comisión.

Ambas iniciativas cubren puntos muy urgentes e importantes y son necesarias. Aún así,  tienen algunos vacíos en cuanto a reglamentación y sanciones.

Pero entonces ¿La Ley Contra Feminicidio no es suficiente ?

Todo tipo de violencia contra la mujer está contenido en la Ley contra el Femicidio y otras formas de violencia contra la mujer, sin embargo, no hay artículos específicos que permitan a las víctimas denunciar y llevar a juicio a los denunciados por acoso de manera fácil y directa.

Hace falta que el Estado cree precedentes para penalizar el acoso sexual, combinado con acciones de prevención.

Entonces ¿qué podemos hacer para que el acoso sea considerado un delito?

Según la abogada y representante de Grupo Multidisciplinario Guatemala, Stephanie Rodriguez, podemos empezar por hacer lo siguiente:

  1. Exigir a las autoridades que tipifiquen el acoso como delito.
  2. Estar atentas a las presentaciones de ley y acuerparlas como ciudadanas.
  3. Organizarse en colectivos locales.
  4. Exigir a nivel territorial que se tengan protocolos para atender el acoso.

Y ¿mientras tanto?

Actualmente el acoso puede ser denunciado como violencia psicológica en el Ministerio Público. La Ley contra el Femicidio menciona en su artículo 7 que el hostigamiento, el menosprecio sexual y la restricción de la libre disposición de las mujeres, constituyen un delito.

Sabemos que muchas veces el sistema para llegar a la justicia en Guatemala es lento o poco efectivo. Si el sector público no reacciona se debe de presionar a que lo haga. Mientras tanto podemos organizarnos y exigir a las instituciones educativas y laborales privadas que tengan protocolos claros contra el acoso.

Sí a la 3566

La última iniciativa presentada fue el 20 de mayo de 2021. La iniciativa 3566 tiene como fin  tipificar el delito de acoso y hostigamiento sexual.

Debemos de organizarnos como ciudadanas y acuerpar estas iniciativas para presionar al Estado sobre esta situación que no solo es importante, si no también ya urgente.

 

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xMachox por Lorena ML

Lorena es una maga de las palabras y en este caso su magia ha sido capturar en palabras a ese macho que todas conocemos. Las masculinidades tóxicas tienen expresiones cotidianas que dejan a quienes les rodean incómodxs.

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